The Reading Warehouse

Fui agorafóbica y quiero compartir mi experiencia cuando de niña pensaba que era un extraterrestre
Humor negro, surrealismo y optimismo van de la mano de esta historia verídica. Te llevo a dar un paseo con una invitada a la nunca llamé la ansiedad y otra más pesada aún, la agorafobia.



Se puede reír de esta situación que genera angustia? Sí. De hecho, formó parte de mi terapia incluso cuando no tenía terapeuta. Esta es la historia de una niña, de una adolescente y una joven que convivió con una enfermedad que era todo lo grande y monstruosa que quería, hasta que aprendió a dominarla.

2020, Agorafóbica perdida vuelve a la carga, con anécdotas más recientes, más humor negro y situaciones surrealistas.



Te confesaré lo mucho que detesto los libros de autoayuda y los gurús.

También te mostraré lo que puede llegar a inspirar este problema en forma de microrrelatos, pero lo mejor son las ilustraciones de Elisabet Ibáñez y el diseño de Mabel Iborra.

Gracias a estas dos buenas amigas el libro ha ganado en autenticidad porque ahora forman parte de este proyecto, el proyecto de no temer al miedo.