The Reading Warehouse

Los seres humanos, sostiene este libro, no hemos inventado la novela: es la novela la que nos ha inventado a nosotros. Pero qu nos dan las novelas que no nos puede dar ninguna otra forma narrativa? Qu lugar ocupan en nuestras vidas como individuos y como sociedades? Por qu son, seg n V squez, una manera irremplazable de investigarnos a nosotros mismos, y c mo llevan a cabo sus sortilegios?.

De Cervantes a Conrad, de Tolstoi a Vargas Llosa, de Proust a Camus, estos ensayos proponen un elogio de ese g nero proteico y tambi n, entre l neas, un lamento por su situaci n presente en un mundo que se le ha vuelto hostil.

«Un novelista que escribe ensayos, y en particular si esos ensayos hablan del arte de la novela, es como un n ufrago que manda coordenadas: quiere decirles a los dem s c mo pueden encontrarlo. Tambi n, por supuesto, quiere encontrarse a s mismo; en otras palabras, saber c mo debe leer las novelas que escribe. El ensayo es una exploraci n, una tentativa, una averiguaci n, y el novelista escribe para descubrir y trazar los l mites de sus conocimientos y la forma de sus certezas. En ese sentido, podr a decir uno, es un g nero confesional. -Juan Gabriel V squez

ENGLISH DESCRIPTION

Winner of the IMPAC Award and the Premio Alfaguara, Vasquez offers here a collection of essays about the art of the novel. In the book, he argues that we have not invented the novel: it is the novel that has invented us. But what do novels offer that no other narrative form can give us? What place do they occupy in our lives as individuals and as societies?

From Cervantes to Conrad, from Tolstoy to Vargas Llosa, from Proust to Camus, these essays propose a praise of that ever-changing genre and, a sort of grieving for its present situation in a world that has become hostile.

A novelist who writes essays, particularly if those essays speak about the art of the novel, is like a castaway who sends back its coordinates as if wanting to tell others how they can find him. The essay is like an evaluation, and the novelist writes to discover and trace the limits of his own knowledge. In that sense, we could say it is a confessional genre. -Juan Gabriel V squez